Villarrobledo, cuna de la artesanía
Villarrobledo, cuna de la artesanía
En el centro de Castilla-La Mancha, comienza a formarse hace siglos un pueblo cuya artesanía ha dado forma incluso al relieve de sus calles. Villarrobledo es un pueblo “agujereado” debido a las zonas de extracción de arcilla que los artesanos y artesanas tinajeros utilizaban para dar forma a estas características vasijas principalmente utilizadas para el almacenamiento de vino y agua. Las tinajas son fáciles de reconocer: su perfil es ovalado, sin asas, más estrechas en la boca y en la base y panzudas en la parte central.

El crecimiento de la población de Villarrobledo debe mucho a esta actividad
, que atrajo hace ya varios siglos a decenas de familias que construyeron aquí su taller y se dedicaron a moldear y fabricar este símbolo de la región con sus propias manos.

Historia de la alfarería tinajera en Villarrobledo
Todo empezó en la Edad Media, en el siglo XV, con obras de arcilla que un pequeño grupo de artesanos/as comenzó a elaborar aprovechando la calidad de los yacimientos de arcilla que se encontraron en el subsuelo de esta región de La Mancha. El objetivo de estos recipientes era almacenar líquidos y productos de uso doméstico, aunque pronto el oficio de alfarero/a se convirtió en una de las principales actividades gremiales en Villarrobledo.

La gente del pueblo y alrededores estaba impresionada por la gran utilidad, calidad y resistencia de estos recipientes, lo que desembocó en que cada vez un mayor número de familias se asentaran en el extrarradio del pueblo y construyesen sus hornos para dedicarse a elaborar sus propias tinajas. Así fue como se fue formando el barrio de los tinajeros, que antiguamente contaba con numerosos hornos y depósitos de tinajas, hoy en día desaparecidos. De los tinajeros y tinajeras dependían poceros/as, cuadrilleros/as, bodegueros/as y leñadores/as.

El auge de la alfarería tinajera llega principalmente en el siglo XIX y tiene su momento de máximo esplendor entre 1915 y 1930, momento en que la ciudad contaba con nada más y nada menos que 72 hornos tinajeros.

A mediados del siglo XX, coincidiendo con el desarrollo de la industria vitivinícola de la región, comienzan a comercializarse nuevos materiales que permiten hacer depósitos y tinajas de mayor tamaño, provocando que las familias de artesanos y artesanas comiencen a verse obligadas a abandonar su actividad. No tan poco a poco van cerrando sus hornos y fábricas tinajeras, hasta la actualidad, en que tan solo quedan 5 familias tinajeras en Villarrobledo.

Centro de Interpretación de la Alfarería Tinajera

Ubicado en un antiguo horno tinajero, el Centro de Interpretación de la Alfarería Tinajera (CIAT) nos ofrece la oportunidad de adentrarnos en la historia y tradición de la artesanía tinajera castellano manchega. Podremos descubrir el proceso de elaboración de una tinaja paso a paso y averiguar cómo se hacían y se transportaban las tinajas más grandes del mundo: obras de más de 4 metros de altura y 2500 kg con una capacidad de hasta 700 arrobas.

El museo consta de cuatro espacios que son aquellos que formaban parte de los antiguos hornos: el obrador, nave donde el tinajero daba forma a la tinaja con sus propias manos; el horno, el espacio donde las tinajas se cocían; la olla (realmente una parte fundamental del horno), cámara de combustión que generaba todo el calor que recibía el horno; y el patio, lugar en el que se tendía la arcilla a secar y que alberga el pozo, el pilón y la era, que ayudaban a tratar la arcilla para que fuese apta para moldearse en el obrador.

Tu mejor alojamiento en Villarrobledo
La historia de Villarrobledo y de La Mancha se refleja en cada campo, en cada mirada y en cada calle. Si eres un amante de la artesanía y la cultura, no puedes perderte una visita al Centro de Interpretación de la Alfarería Tinajera. Si además, buscas descansar bien y estar en las mejores manos durante tu visita al corazón de La Mancha, el Hotel Casa Lorenzo es tu opción de alojamiento ideal en la zona. Un hotel sostenible y familiar con habitaciones amplias que se caracteriza por contar también con un restaurante de primera. Tenemos recepción 24 horas, parking privado, consigna y muchas ganas de conocerte y ayudarte a conocer La Mancha. ¡Nuestro personal está a tu disposición para todo lo que necesites!

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